domingo, 19 de junio de 2011

Al Sapo en Tándem nocturno.


Después de recorrer los primeros 40 km y de vencer un desnivel en ascenso de casi 400 metros, la luna llena no aparece dando por tierra la idea de librar la primera parte del desafío en tándem a la luz de la luna.
En esta ocasión nuestro plan es lograr alcanzar la cumbre del Cerro El Sapo (2219 msnm) enclavado en la Quebrada de las Burras, en la precordillera sanjuanina. Lo novedoso de la propuesta es que hacemos la aproximación a la base pedaleando en tándem unos 80 km, librando un desnivel en ascenso de más de 800 metros, todo ello durante la noche del viernes justo con luna llena. Sin embargo la misma tarda en salir y hacemos el total del recorrido ayudados por la luz del auto que nos asiste y que es conducido por Ricardo nuestro compañero montañista.



Así llegamos al pie del cerro y pasamos la noche en el campamento de Cerámicas San Lorenzo gracias a la hospitalidad de los encargados del refugio. La temperatura baja, finalmente sale la luna, preparamos la cena, cenamos y luego nos disponemos a descansar con la cabeza puesta en el trekking de mañana.
Con la salida del sol del sábado partimos los tres hacia la cumbre de El Sapo. Por no tener muy en claro donde empalmar la ruta normal es que elegimos una quebrada de acceso que nos lleva muy al sur, alejándonos de la cumbre considerablemente. Después en el descenso advertiríamos este error.
Una pared casi vertical de más de 500 m nos separa del filo cumbrero y la sorteamos escalándola en casi toda su extensión. Al llegar seguimos el ascenso hasta los 2200 msnm. Nos acompaña el buen clima, casi no hay viento cosa que facilita nuestro andar en el borde desde donde se divisa hasta más allá de Talacasto en una vista espectacular.








No nos resultan desconocidos los esfuerzos de largo aliento pero la escalada de ayer en bici nos “golpeó” bastante las piernas, fueron 3 horas y media ininterrumpidas de una pendiente constante, como se muestra en el mapa de rutas, que va desde los 643 msnm hasta los 1450 msnm en tan solo 80 km con un sólo descenso de 2 km desde los 1090 msnm hasta los 895 msnm a los 39 km. Ahora después de 4 horas de esforzada marcha por la bellísima pared vertical y el filo emprendemos el regreso habiendo descubierto la ruta normal que de haberla encontrado inicialmente nos hubiese permitido ahorrar la mitad del tiempo. Descendemos por el serpenteante sendero y luego de 6 horas y media regresamos al campamento base.



El viento comienza a soplar más fuerte en la bajada al campamento, estamos felices de estar cumpliendo con el cometido de: ciclismo en tándem + montañismo, una modalidad inusual de disfrutar estas actividades.
Todo ha resultado dentro de lo previsto inclusive el ajenjo que nos encargara nuestro amigo Tachuela, sereno del campamento. 








A pesar del grado de dificultad de la travesía y del esfuerzo que nos demandara estamos intactos y ya pensando en el próximo desafío.

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