lunes, 12 de diciembre de 2011

Día 2: Doble ascenso al Soldado y frustrado ascenso al Fortuna


Llegamos de andar en tándem y nos encontramos con las historias del día de nuestros ocasionales compañeros de refugio.  Emilio, Patricio y Luís seguían en su tarea de aclimatar 48 horas antes de encarar el desafío al Cº  Arenales, el trío de Germán Poblete aún no llegaban de su ascenso al Cº Fortuna, de los que intentaron el Nevado de Pismanta nunca supimos novedad alguna ya que se volvían directamente a San Juan después de la travesía y el resto había partido de regreso. También nos encontramos con la buena nueva de que había llegado al refugio un grupo de pescadores encabezado por el Dr. Martín.
Cansados nos fuimos a dar un baño río adentro y después unos mates. Al cabo de dos horas llegaron los muchachos del Cº Fortuna habiendo logrado con total éxito su ascenso.  
Una estrellada noche nos acompañó el sueño ese día.




Madrugamos y emprendimos el ascenso al Cº Fortuna contagiados por las buenas noticias y el éxito conseguido por nuestros compañeros de refugio el día anterior. Había una diferencia entre los dos ascensos, el de ellos lo hicieron en forma directa a la cumbre mientras que nosotros lo intentaríamos por otra ruta después de hacer cumbre en el Cº El Soldado. Un mismo objetivo dos caminos diferentes.

Encaramos la quebrada que está justo detrás del refugio repitiendo la ruta que hiciéramos el otro día en nuestro camino al Bronce Central. El día perfecto, soleado y sin viento. La quebrada nos lleva casi directamente al filo pero en su camino sorteamos un interminable acarreo cuyo tedio salvamos por un rato gracias a la aparición de un curioso guanaco que seguía nuestro avance a la distancia.  

Alcanzamos el filo y desviamos a la izquierda buscando la cumbre después de sortear una serie interminable de lomadas. Pasadas las 3 horas y media llegamos a la cumbre del Cº El Soldado a 4057 msnm aproximadamente. Bea llegó con 10 minutos de anticipación rescatando el testimonio de Patricio Cardo y Luis Matteis quienes habían sido en Setiembre de 2011 los últimos en alcanzar esa cumbre. Oh casualidad! hoy estaban compartiendo el refugio de Arrequintín con nosotros.






Mientras descansábamos y merendábamos en la cumbre se nos acercó el guanaco que de lejos nos observaba en el ascenso posando para unas hermosas fotos que compartimos.

Luego del descanso dejamos algunas provisiones y elementos que no utilizaríamos en el ascenso al Cº Fortuna (que se encuentra a continuación de El Soldado unidos por el mismo filo)  con el objeto de disminuir el peso de nuestras mochilas, ganando en agilidad, total recogeríamos esa carga al regreso al campamento.    Y de inmediato comenzamos el camino. Sabíamos y nos habían comentado que desde la cumbre de El Soldado hay que descender mucho antes de encarar la cumbre del Fortuna. Pudimos ver la bajada desde allí y estimar el ascenso que nos quedaba, de hecho podíamos ver la cumbre del otro cerro pero nunca supimos la verdad hasta que lo caminamos… nunca se terminaba el descenso, cada metro de bajada sería un metro de subida más! contribuyendo a sumar dificultad a nuestro objetivo.






Habíamos salido a las 8 am, a las 11.40 am alcanzamos la cumbre de El Soldado, a las 12 am partimos al Fortuna llevando 4 horas de caminata, descendimos unos 45 minutos hasta comenzar el ascenso a la cumbre y de allí encaramos la subida por más de una hora y hasta  las 2 pm que era nuestro tiempo tope de ascenso, es decir a la sexta hora de marcha. Nosotros nos hemos impuesto una sana modalidad y es la del “tiempo tope de marcha”, la idea es principalmente de seguridad, de no dejarnos ganar por el entusiasmo de la cumbre haciéndonos olvidar del tiempo necesario para un descenso seguro y tranquilo.  Antes de la salida hacemos algunos cálculos y determinamos de mutuo acuerdo el tiempo tope de marcha planteándonos que de no lograr el objetivo antes de este límite siempre tendríamos otra oportunidad algún otro día.

Entonces a la 2 pm, tal vez a una hora de la cumbre, en medio del infernal acarreo que nos separaba de ella, Bea se detuvo y me esperó para tomar la decisión de regresar, no sin antes mirar una y otra vez la cumbre. Nos costó tener que resignar el objetivo pero lo hicimos de todos modos.

Volvimos sobre nuestros pasos después de descansar un rato. Descendimos para luego ascender la costosa pendiente por segunda vez a la cumbre de El Soldado donde habíamos dejado las provisiones, luego seguimos el descenso por el mismo camino que hiciéramos en la ida hasta llegar al refugio después de  10 horas de marcha.

Sin dudas el Cº Fortuna estará entre nuestros próximos objetivos. Hoy ascendimos El Soldado x 2 y eso nos basta para estar por demás satisfechos.






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