Estamos dejando pasar las últimas horas en el refugio de Arrequintín del Club Andino Mercedario. Es domingo y a este lugar lo hemos utilizado de base para las actividades que teníamos planeada para el fin de semana que, con la consigna básica de aclimatanos a la altura, nos propusimos mantenernos a más de 3000 msnm y de paso hacer tándem y montaña.
Así fue que llegamos el jueves a la tardecita al refugio pasa salir el viernes temprano a pedalear desde Guardia Vieja hasta Rodeo ida y vuelta (unos 130 km aproximadamente), el sábado ascender el C° El Soldado (4075 msnm aproximadamente) y el domingo descansar hasta el mediodía en la zona “aclimatando”.
Este brevísmo resumen describe los hechos pero para nada es fiel con las cientos de viviencias que tuvimos estos días y que vamos a relatar a continuación.
En tándem desde Guardia Vieja a Rodeo y vuelta…
Llegamos el jueves por la tarde a Arrequintín y la primera sorpresa nos la llevamos al ver que había un montón de gente. Por un lado nuestros amigos Jorge Riveros, Walter, Fabían y Leo Olivieri, también conocimos a José el mayor de los hermanos Olivieri, todos ellos habían venido a hacer unos trabajos de mantenimiento del refugio y a colocarle Direct TV, también instalaron una antena en el refugio de la DPV y una más en el puesto de Gendarmería en Guardia Vieja. Incansables, cada vez buscan hacer más cosas por los lugares del Andino. También nos encontramos con un grupo de montañistas que irían al Nevado de Pismanta, otro grupo que recorrerían algunas quebradas de la zona, también estaban Germán Poblete y sus dos compañeros quienes intentarían el ascenso al C° Fortuna y el trío de Emilio Molina, Patricio Cardo y Luis Matteis quienes se encontraban aclimatando y en esa tarea intentarían un ascenso al C° Arenales. En fin gran cantidad de amantes del montañismo aprovechando el fin de semana largo y el buen clima, más tarde llegaría el Dr. Martín con sus hijos y amigos a pescar.
De mañana temprano rumbeamos en tándem hacia Rodeo disfrutando de la hermosa vista de la cordillera que se lucía en su máximo esplendor. Las nubes instaladas sobre las cumbres le daban un toque particularmente bello. Sobre las lomadas amarillas volvimos a ver el avestruz y su cria caminando distraidamente.
Hicimos los treinta y pico de kilómetros de bajada hacia la aduana con cierta dificultad producto del mal estado del camino para circular con semitubos y así llegamos a Las Flores para continuar luego hacia Rodeo. El mediodía nos encontró a orillas del embalse Cuesta del Viento y paramos para almorzar debajo de una exquisita arboleda de álamos y sauce llorones.
Luego de un rato emprendimos el regreso a puro ascenso hasta Arrequintín. Saliendo de Rodeo nos encontramos con la Gaby Pacheco, luego pasamos por el flamante edificio Centro de Información Turística de Pismanta para terminar la pedaleada ascendiendo los treinta y pico a Guardia Vieja no sin antes arreglar una pinchadura de la rueda delantera y avistar una pareja de cóndores que merodeaban la zona.
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